George Stephenson nació el 9 de junio de 1781 en la ciudad minera de Wylam, Inglaterra. Su padre, Robert Stephenson, era un hombre pobre y trabajador que mantenía a su familia con un salario de doce chelines a la semana.
Los vagones cargados con carbón pasaban por Wylam varias veces al día. Estos vagones eran tirados por caballos, ya que las locomotoras aún no habían sido inventadas. El primer trabajo de Stephenson fue cuidar de unas pocas vacas propiedad de un vecino mientras se les permitía alimentarse a lo largo del camino. A Stephenson se le pagaba dos centavos al día para mantener a las vacas fuera del camino de los coches de carbón y para cerrar las puertas después del final de la jornada laboral.
La vida en las minas de carbón
El siguiente trabajo de Stephenson fue en las minas como coleccionista. Su deber era limpiar el carbón, la pizarra y otras impurezas. Eventualmente, Stephenson trabajó en varias minas de carbón como bombero, enchufe, guardafrenos e ingeniero.
Sin embargo, en su tiempo libre, a Stephenson le encantaba jugar con cualquier motor o equipo de minería que cayera en sus manos. Pudo ajustar e incluso reparar los motores de las bombas de las minas, aunque en ese momento no sabía leer ni escribir. Como adulto joven, Stephenson pagó y asistió a la escuela nocturna donde aprendió a leer, escribir y hacer cálculos. En 1804, Stephenson caminó hasta Escocia a pie para trabajar en una mina de carbón que utilizaba una de las mejores máquinas de vapor del momento, las de James Watt.
En 1807, Stephenson consideró la posibilidad de emigrar a los Estados Unidos, pero era demasiado pobre para pagar la multa. Comenzó a trabajar por la noche reparando zapatos, relojes y relojes para ganar dinero extra que gastaría en sus proyectos de invención.
La primera locomotora
En 1813, Stephenson descubrió que William Hedley y Timothy Hackworth estaban diseñando una locomotora para la mina de carbón Wylam. Así que a la edad de veinte años, Stephenson comenzó a construir su primera locomotora. Cabe señalar que en esta época de la historia cada parte del motor tuvo que ser hecho a mano y martillado en forma de herradura. John Thorswall, herrero de minas de carbón, fue el principal ayudante de Stephenson.
El Blucher transporta carbón
Después de diez meses de trabajo, la locomotora “Blucher” de Stephenson fue terminada y probada en el ferrocarril de Cillingwood el 25 de julio de 1814. La pista era un trekking cuesta arriba de cuatrocientos cincuenta pies. El motor de Stephenson transportaba ocho vagones de carbón cargados que pesaban treinta toneladas, a una velocidad de aproximadamente cuatro millas por hora. Esta fue la primera locomotora a vapor que operó en un ferrocarril, así como la locomotora a vapor más exitosa que se había construido hasta entonces. El logro animó al inventor a probar nuevos experimentos. En total, Stephenson construyó dieciséis motores diferentes.
Stephenson también construyó los primeros ferrocarriles públicos del mundo. Construyó el ferrocarril Stockton y Darlington en 1825 y el ferrocarril Liverpool-Manchester en 1830. Stephenson era el ingeniero jefe de varios otros ferrocarriles.
Otros inventos
En 1815, Stephenson inventó una nueva lámpara de seguridad que no explotaba cuando se usaba alrededor de los gases inflamables que había en las minas de carbón.
Ese año, Stephenson y Ralph Dodds patentaron un método mejorado para conducir las ruedas de la locomotora (girando) usando pasadores unidos a los rayos que actuaban como manivelas. La varilla de accionamiento estaba conectada al enchufe mediante una rótula. Anteriormente, se habían utilizado ruedas dentadas.
Stephenson y William Losh, propietario de una ferretería en Newcastle, patentaron un método de fabricación de rieles de hierro fundido.
En 1829, Stephenson y su hijo Robert inventaron una caldera multitubular para la ahora famosa locomotora “Rocket”.